Soy Jhonatan Bañuelos, fundador de Ombligo de Luna y encargado de hacer llegar a ti el delicioso café que los productores de la cooperativa Rincón Toningo producen con tanto esfuerzo y cariño, así como el encargado de llevar a cabo los proyectos de desarrollo en la comunidad productora.
Mi abuelo Martin fue campesino, trabajó con café gran parte de su vida, sin embargo, nunca tuvo la oportunidad de poseer tierra para su cultivo. Al igual que mi padre en su infancia, los dos eran recolectores de café en un pequeño pueblo en las montañas cafetaleras de Veracruz, llamado Tomatlán. Mi padre, Tobías, decidió buscar nuevas oportunidades y pudo estudiar para ser maestro, lejos ya del pueblo y mientras estudiaba, conoció a mi madre, Hermi, mientras ambos se preparaban para ser maestros, se enamoraron, y poco después se cansaron y formaron una familia con tres hijos. Mi hermano mayor, Joseph y mi hermana menor Zaira Ketzalli.
El café llegó a mi vida por parte de mi padre y mi abuelo, sin embargo, fue más adelante, mientras estudiaba la universidad en la ciudad de México, que llegué al mundo del café. Mientras estudiábamos, mi hermano y yo pusimos una pequeña tostadora en la ciudad de México, en donde nosotros personalmente tostábamos café veracruzano y lo vendíamos a algunas cafeterías. Más adelante, en 2016, tuve la oportunidad de estudiar en Münster, Alemania, y tuve la fortuna de aprender y conocer el mercado alemán del café. Aprendí la importancia de la sustentabilidad y la transparencia en el consumo de bienes y siempre quise implementarlas como la base del desarrollo y el bienestar, más allá de ser utilizados como complemento en algún modelo de negocio. Fue así que después de 3 años y de concluir mis estudios, regresé a México a implementar lo aprendido con lo que ya conocía del café, esta conjunción fue la base principal de Ombligo de Luna, que se fue gestando por muchos años, siempre agregando cosas nuevas mientras iba aprendiendo. Fue durante la Pandemia, en 2020, cuando tuve el tiempo necesario para poner sobre el papel todas las ideas y experiencias aprendidas. Conocí la comunidad Rincón Toningo y a la cooperativa que trabaja el café de especialidad que se localiza ahí. Poco a poco fui integrándome en la comunidad y con los productores, para poder entonces empezar a trabajar con ellos en conjunto y lograr la comercialización de su café, así como implementar proyectos de desarrollo y bienestar, directamente en sus fincas.
Me da mucho gusto que te tomes el tiempo de conocer a detalle a las empresas, pero mucho más importante, a las personas que trabajaron en cada paso en este viaje que ha realizado tu café, desde que era una flor en el Cafeto, hasta que esta tostado y listo para que puedas disfrutarlo. De corazón, muchas gracias.