Me llamo Ofelia Colorado Álvarez, nací en 1946 y vivo con mi hijo Raymundo nada más, ya los demás están aparte. Me gusta trabajar en muchas cosas; me gusta hacer mole, hacer las tortillas o ir a sembrar frijol a la finca, me gusta hacer tamales, pero no me gusta venderlos, me gusta más repartirlos a mi familia, la pasta de mole que hago esa si la vendo. Siembro café desde hace más o menos unos 35 años, antes cómo se daba café cuando estaba la planta pequeña y en ese tiempo tenía un precio bueno. No teníamos nada y mis hijos apenas estaban creciendo, entonces me dijo mi esposo “¿Y ahora cómo vamos a hacer? Yo quiero sembrar café y quiero trabajarlo, pero ¿cómo si tengo que trabajar para mantener a la familia?” Entonces nos organizamos, en tiempo de cosecha me iba yo con mis hijos mayores a trabajar y cortar café a las fincas, mientras él se quedaba a trabajar, a hacer los hoyos y hacía sus plantelitos, porque entonces no comprábamos la planta, hacía los plantelitos e iba sembrando, y así es como pudimos hacer, entre todos trabajamos y nos ayudamos. De eso nos mantenemos y de eso vivimos, yo le doy gracias a Dios por el fruto que nos da, no ha habido año que no haya café, siempre hay.
Yo tengo 3 reglas de sabiduría que las leí en un cuento y esas me han servido de mucho: La primera es “no creas todo lo que te digan”, la segunda es que “no llores las cosas perdidas” y la tercera “lo que fue tuyo guárdalo siempre”. El cuento era de un campesino que quería atrapar a un ruiseñor por su valor, pero al dejarlo libre se lamentaba, poco después el ruiseñor le dio éstas tres lecciones.
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